Un bombardeo, Picasso y en el 2016 llegó la película: “GERNIKA”, the movie
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Si le preguntas a un gernikés cuál es el día del año que más le gusta, probablemente, y sin tener que pensar mucho, te dirá que el Último Lunes de Octubre. Este día está marcado en rojo en el calendario escolar, porque se considera festivo en Gernika. También es habitual que el día posterior, muchos que ya no están en etapa escolar, se lo tomen libre para recuperar energías después de una día tan intenso y emocionante.
Se trata de una feria, o para los gernikeses, fiesta, que concentra como ninguna otra la gastronomía, el deporte, la tradición y la cultura vasca. Por esto no es de extrañar, que el Último Lunes de Octubre haya sobrevivido hasta hoy, manteniendo todo su esplendor y reuniendo todos los años a miles de personas venidas de toda Euskal Herria. Tampoco sorprende que el mes de octubre sea la época elegida para celebrarla, pues el otoño es una época de producción abundante para la tierra y con buena temperatura, a caballo entre el caluroso verano y el frío invierno.
Ese día la música y las voces se mezclan con el aroma de la comida y los diferentes caldos, creando una atmósfera vibrante y llena de energía.
Numerosos son los medios de comunicación que cambian su programación habitual en los últimos lunes de octubre para acudir a Gernika y retransmitir por la mañana en directo programas especiales en relación a este día. Se colocan stands o carpas integradas en la fiesta a pie de calle, para transmitir a los que no tienen la oportunidad de estar aquí, el característico ambiente de este día tan enriquecedor.
También son muchos los periodistas que recorren la villa entrevistando tanto a visitantes como a productores, artesanos y agricultores que venden sus productos en los puestos. ¿A cuánto se venden las alubias? ¿Qué es lo que más están vendiendo? ¿Qué llevan los visitantes en las bolsas de sus compras? ¿Han notado la subida de precios? ¿Por cuánto se pujará el medio queso de la subasta? ¿Dónde comemos el talo más rico? Muchas son las incógnitas, muchas las respuestas y abunda el desparpajo entre los entrevistadores, ya que la fiesta acompaña y la gente tiene ganas de celebrar y compartir opiniones.
Esta feria agrícola es la más relevante del año, sin duda una jornada de gran trascendencia, en la que se exponen todo tipo de productos locales de agricultores y productores de todo Euskal Herria. Los puestos se instalan unos días antes, generando expectación y elevando la moral de todo el que anticipa lo que está por venir. A diferencia del mercado semanal de los lunes que se celebra en el recinto de la plaza, esta multitudinaria feria se extiende por todo el centro de la villa, haciendo que la fiesta se magnifique.
La gastronomía vasca no tendría sentido sin la geografía privilegiada tan rica en recursos naturales comestibles que nos rodea, por lo que es entendible que seamos unos grandes defensores de la materia prima de calidad, del producto local y de la gran labor de nuestros productores. En la feria del Último Lunes de Octubre se ensalza el papel de baserritarras y vinicultores, dentro de un marco festivo sin igual, así como se homenajea al producto tradicional vasco que cuenta con exquisitos manjares.
En este día, lo que realmente celebramos es nuestra cultura, tierra de grandes tradiciones, con un folclore particular y un carácter forjado a través de los oficios de la tierra. Una fecha ideal para tener en cuenta si se quiere disfrutar de la esencia de nuestras tradiciones dentro de un marco puramente festivo.
En el año 2022, después de estar dos años sin poder organizarse y coincidiendo además con el puente de todos los santos, el tiempo fue excelente y se batió récord de asistencia con unas 125.000 personas.
Para disfrute del visitante, la oferta gastronómica es amplia a lo largo de toda la feria, tanto para la compra como para la degustación al momento. En la mayoría de los puestos se ofrecen pequeñas degustaciones que van reponiendo continuamente para dar a conocer sus productos y así captar la atención de posibles clientes. Queso, pan, pastel vasco, paté, gildas, conservas, sidra, txakoli, miel, frutas y demás productos provenientes de todo Euskal Herria. En la zona de txosnas lo tradicional es comerse un talo, que puede ser con chorizo, txistorra, bacon, queso, lomo o hasta chocolate.
No concebimos el Último Lunes de Octubre en Gernika sin disfrutar de un rico talo junto con un buen txakoli o sidra fría. Las txosnas se disputan amigablemente el título “no oficial” del mejor talo, y ponen mucho esfuerzo en su elaboración para ofrecer una gran cantidad de ellos durante toda la jornada.
Sabías qué...
Antiguamente el talo cumplía las mismas funciones que el pan de trigo e incluso a veces se usaba de sustituto cuando no lo había o en época de escasez. A finales del siglo XX llegaron mejores tiempos económicos y el consumo de talo quedó casi relegado a las ferias rurales, festivales folclóricos o eventos donde se ensalzan los sabores tradicionales, llegando a ser un producto muy popular como es hoy.
El Último Lunes de Gernika es un día estupendo para hacerse con productos típicos y delicatesen de todo el territorio, ya que la oferta, variedad y calidad es tremenda. Todo tipo de hortalizas y frutas frescas de temporada se despliegan por los puestos, pero es la ALUBIA DE GERNIKA la protagonista del día por excelencia. En esta época se da el pistoletazo de salida al comienzo de la temporada de este producto tan característico y tan nuestro.
Las alubias son, dentro de la gastronomía vasca, uno de los pocos platos por el que se renuncia al segundo plato dentro de una comida, ya que se considera único cuando se toma acompañado de los sacramentos: chorizo, morcilla, costilla y tocino. Las guindillas en vinagre y la berza aportan el equilibrio vegetal entre todo lo porcino.
El Último Lunes se sabe cuándo empieza la fiesta, pero no cuándo acaba, ya que son numerosas las actividades que hay desde primera hora de la mañana hasta altas horas de la madrugada, todo esto si el cuerpo aguanta... Pasacalles, bertsolaris y trikitilaris amenizan las calles durante el día y por la noche la fiesta sigue en los bares, en las txosnas (situadas en la Plaza de los Fueros, Pasealeku y calle Ciutat de Berga) y en el espacio de Astra.
La gente disfruta en las calles, compartiendo risas y momentos agradables con sus seres queridos; es sin duda, un día único en el que todos se unen para disfrutar de la vida, perpetuando unas costumbres y tradiciones tan enraizadas como el mismo Árbol de Gernika.
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